Cada año ingresa a lo menos el 10% de jóvenes al sacerdocio la pregunta es ¿porqué tan poca gente ingresa a la vida religiosa?
Una y otra vez nos hacemos estas preguntas y no encontramos una respuesta que sacie nuestro deseo de conocer el origen de esta sequía vocacional.
¿Estaremos preguntando a quiénes no tienen la respuesta? Hacemos análisis sociológicos, nos cansamos de hacer encuestas sobre la situación de la juventud, buscamos a los culpables que puedan estar en el origen de esta ausencia de vocaciones: familia, ambientes, educación, etc.
Hoy en día las modas que surgen en cada época se internan en la mente de Los jóvenes y cada vez no sienten el llamado que hace nuestro señor a los jóvenes de este mundo.
¿Será el miedo al que dirán?
Muchos jóvenes que sienten el llamado no se integran a la vida religiosa ya que estoy se causa a través de la influencia de la familia, ya que muchos padres prefieren que sus hijos sean médicos, ingenieros, abogados, etc. Y no servidores de Dios, porque para ellos es una perdida de tiempo.
Para culminar este ensayo, quiero dejar en claro que la vida religiosa también es una elección y no cabe duda que es muy linda y espero que quizás en vidas futuras encontremos jóvenes buenos y valientes que sepan sentir el llamado a la vida religiosa y cristiana y arriesgarse a esta opción de vida.
SEBASTIÁN GÓMEZ ALVAREZ.
COORDINADOR.
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